Entre los muchos mensajes que me llegan diariamente, hay una gran cantidad de ellos relacionados con el tema de la pareja. Novios, matrimonios, españoles, argentinos, estadounidenses, mexicanos… Las preguntas suelen ser las mismas. ¿Debo yo adaptarme a mi pareja Asperger?, ¿Debe él/ella adaptarse a mi?, ¿Debo tener cuidado con lo que hago, lo que digo y cómo lo digo?. ¿Por qué no demuestra las cosas como a mi me gustaría que lo hiciera?.
La respuesta queridos y queridas, es muy sencilla. Tu pareja no es ni más ni menos que una pareja, como otra cualquiera. Esas preguntas se las hacen cientos de miles de personas a diario y sus parejas no son Asperger. Tus dudas, tus inquietudes, son las mismas que las de cualquier persona. Si bien en nuestro caso podemos ser mas cerrados a la hora de expresar ciertas emociones o podemos ser más rígidos y apegados a las rutinas o a pasar el tiempo en casa y gustarnos menos la calle y las relaciones sociales, eso no condiciona quien debe adaptarse a quien. Solamente es nuestra manera de ser, de sentirnos cómodos. Una pareja es un relación en la que ambas partes deben hacer un proceso de adaptación. No porque tu pareja sea Asperger debes entregarte en cuerpo y alma a sus deseos, a esa forma de ser rígida y a sus «manías». No es justo, y lo dice un Asperger. Pero del mismo modo y aunque pueda sonar contradictorio, debes entender y asumir desde el principio que tu pareja nació con un trastorno psíquico por el que percibe el mundo y procesa la información de un modo diferente al tuyo y no debes forzarlo/a a vivir como si no lo tuviera o esperar que algún día «cambie». Somos así, no hay más. Igual que tú.
Este tema se puede abrir a debates interminables pero en mi opinión, esas «adaptaciones» deben ser mutuas. Como decía antes, no todo debe ser al gusto de uno solo por miedo a ofenderlo o a perderlo. Ese es el gran error. Eso te llevará solo a quemarte en un tiempo record, a un desgaste psíquico muy grande que acabará en frustración y serás tú quien se cansará y se aleje de esa persona que no querías perder. Tu pareja Asperger también debe entender que vivimos en un mundo que funciona a otras revoluciones y no esperar que la otra persona haga todo el esfuerzo. Cero victimismo, cero acomodarse tras un diagnóstico. Levanta el culo y lucha por lo que amas. Como en cualquier otra relación hay que aprender a ceder con gusto y sin dramas ante ciertas situaciones a sabiendas que, en otras ocasiones, tu pareja también cede en tu favor. Un quid pro quo aceptado, sensato, maduro y sobre todo respetuoso.
Comentarios